Si estás esperando un anillo de compromiso o ya has empezado a comparar precios con tu pareja, definitivamente debes tener algunas cosas en mente antes de que alguno de los dos diga «sí» a un brillante para siempre. Lee nuestros nueve consejos que debes saber antes de comprar un anillo de compromiso, a continuación.
1. La forma es lo más importante
Incluso antes de las 4 Cs (corte, color, claridad y quilates), ten una idea de la forma que te gusta a ti (o a tu pareja). La forma indica la geometría real de la piedra, a diferencia de la talla, que se refiere a los ángulos de las facetas de la piedra.
2. Los engarces son lo segundo
Un engaste de calidad -la estructura metálica en la que se monta la piedra- puede marcar el tono de un anillo de bodas. Un anillo de compromiso redondo clásico adquiere un aspecto fresco y moderno en un engaste de bisel. Un óvalo de moda puede parecer más tradicional en una montura de cuatro puntas. La clave está en acertar con la combinación de forma y engaste.
3. Espía el estilo de tu pareja
Hoy en día es totalmente normal (y recomendable) que las parejas compren el anillo juntas, pero si eres más tradicionalista y quieres sorprender a tu pareja con un anillo que le encante, asegúrate de hacer un reconocimiento. Puedes pedirle ayuda a su mejor amigo o a su hermano (y jurarles que no se enterarán, por supuesto). Pero si estás decidida a no decírselo a nadie, presta atención a las joyas que ya llevan. ¿Suelen ser de platino y plata o de oro y amarillo? ¿Se inclinan por las joyas vintage en lugar de por las piezas sencillas y modernas? Presta atención durante un par de semanas y toma notas mentales para dimensionar su estilo característico.
4. Considera el metal
Cuando se trata de la banda, tienes una variedad de metales para elegir. Una de las opciones más populares es el platino: es el más duradero y especialmente puro, lo que lo convierte en una gran opción hipoalergénica para quienes tienen la piel sensible. También está el oro, que se presenta en varios colores, como el blanco, el amarillo, el rosa e incluso el verde. Además del platino y el oro, también puedes considerar el paladio (que tiene un tono más grisáceo que el platino) o incluso una banda de metal reciclado, que puede incluir una mezcla de platino y oro. Piensa en ello como un «algo viejo» y «algo nuevo» todo en uno.
5. Compra piedras sueltas
A no ser que estés comprando un anillo de herencia, lo más probable es que busques piedras sueltas en lugar de piedras engarzadas. (Las que ves en el estuche del joyero suelen ser sólo muestras para darte una idea del producto final). La piedra representa la mayor parte del coste de un anillo, así que ¿no querrás conseguir la más hermosa que puedas imaginar (o al menos que se ajuste a tu presupuesto)? Un buen joyero (más adelante se hablará de ello) podrá guiarte y decirte en qué debes fijarte.