Resulta alentador ver cómo muchos comercios locales reaccionan ante la situación cambiante y ofrecen una experiencia de compra en línea que da a los consumidores la opción de comprar directamente a los productores y proveedores y recibir los productos en la puerta de su casa.
Además de los supermercados, hay muchos comerciantes de vino que pueden enviar cajas mixtas o vinos individuales. Además, los productores locales de vino, ginebra, sidra y cerveza también han mejorado sus servicios de entrega para satisfacer la demanda.
Así pues, he aquí algunos consejos para comprar vino online por Internet:
1. Calcule los gastos de envío antes de empezar
Al igual que con cualquier compra en línea, lo ideal es gastar más dinero en el vino y menos en los gastos de envío. La mayoría de las tiendas online ofrecen envíos gratuitos si compra una determinada cantidad, así que familiarícese con los importes mínimos de los pedidos para poder optar a ellos.
El envío de una botella de vino cuesta unos 5,95 euros, así que, en lugar de comprar una sola botella, es más rentable abastecerse de varias para conseguir el envío gratuito.
2. Considérelo una oportunidad para explorar nuevos vinos
Las compras en línea son estupendas para quienes saben exactamente lo que quieren. Sin embargo, si no está seguro de lo que busca, es una gran oportunidad para investigar un poco. ¿Cómo puede saber lo que quiere cuando el distanciamiento social le impide probarlo?
Aproveche esta oportunidad para informarse sobre las distintas regiones, uvas y vinos disponibles. No se limite a consultar el sitio web del productor, póngase en contacto con él directamente o a través de las redes sociales para obtener más información sobre sus productos, notas de cata y reseñas.
O bien, reserve un evento de cata de vinos virtual, en el que puede comprar el vino de antemano y luego degustarlo en directo junto al productor/enólogo/comerciante de vinos. Estos eventos ofrecen la oportunidad perfecta para probar algo nuevo, junto con una orientación profesional.
3. ¿Para qué lo va a comprar?
No estoy poniendo en duda sus hábitos de consumo; ciertamente, en el «encierro» ha sido demasiado fácil echar mano de una botella. Piensa en cuándo vas a beber el vino: un vino con menos alcohol para el día, un aperitivo, para acompañar una comida específica o incluso algo para compartir con los amigos.
4. Atrévase a descubrir nuevos vinos.
Descubra nuevos vinos: hay muchas variedades de vino con las que experimentar, de diferentes países, climas, uvas, suelos y procesos. Por ejemplo, si le gusta un buen Sancerre, ¿por qué no se pasa a un Bacchus inglés para combinar su vibrante acidez y sus notas florales? O si un suave Pinot Noir es su preferido, experimente con esta uva de diferentes regiones emergentes como Inglaterra, Rumanía, Nueva Zelanda o Chile. Lo importante aquí es disfrutar del proceso, ¡e identificar algunos nuevos favoritos!
5. Conozca lo que está comprando.
No dé por sentado que los vinos caros son los mejores. Gaste lo que pueda permitirse: no es necesario que se gaste su presupuesto en una botella de buen vino para conseguir lo mejor. La diferenciación de precios depende de muchos factores, sobre todo de su procedencia y de los impuestos y tasas aplicables en ese país.
Para nosotros es una gran frustración que el arancel de la UE sobre el vino de Australia sea efectivamente de 6,5 a 8 peniques por botella, mientras que el impuesto sobre el vino del Reino Unido sobre el vino tranquilo es la friolera de 2,60 libras por botella.
Si compras una botella de vino de 5 libras en el supermercado, el vino en sí representa unos 30 peniques (6%) de ese coste. Si compra un vino de 20 libras, el vino representa alrededor del 35% del precio total. El resto lo ocupan el embalaje, los márgenes, la logística, el IVA y los aranceles.